Son buenos los colorantes alimentarios
¿Son buenos los colorantes alimentarios? Quién no se ha preguntado alguna vez si los colorantes que llevan los alimentos influyen sobre la salud, si es conveniente usarlos o es mejor optar por no consumirlos.
El color es la primera característica que el ser humano percibe de un alimento, es lo que le identifica y genera una cierta atracción par ser ingerido.
Son buenos los colorantes alimentarios
Desde las primeras civilizaciones, el hombre ha usado materias de la naturaleza como colorantes naturales para hacer más atractivos sus enseres. Estos pigmento o sustancias eran extraídas de plantas, minerales o animales y se utilizaban para teñir ropas, pintar pieles o fabricar objetos diversos Los colorantes en los alimentos más comunes eran el azafrán o la cochinilla, que han legado hasta nuestros días.
Respecto al mundo alimentario, actualmente los colorantes alimenticios son sustancias aditivas que se utilizan para aportar a los alimentos un color determinado o para recuperar su color original. Los motivos van desde la propia pérdida de color por el proceso de elaboración, hasta el ero hecho de hacer un producto más atractivo a la vista. Y es que, en definitiva, mucha gente «come por los ojos».
Así pues, existen varios tipos de colorantes alimentarios, que son obtenidos a partir de los pigmentos vegetales y colorantes artificiales que son productos obtenidos químicamente.
Respecto a la legislación que regula el uso y consumo de colorante, aunque varía mucho de unos países a otros, existe una legislación europea controlada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria encargada de regular estos aspectos, además, en España la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición vela por la correcta utilización de todos ellos. Por tanto, todos los colorantes comestibles utilizados en los alimentos están regulados y evaluados por las autoridades sanitarias y su consumo es totalmente seguro.
Se les llama colorantes alimentarios naturales a todo alimento que tiene, por sí mismo, un color característico, así como el que se incorpora al alimento a través de otros productos naturales (plantas o insectos) y también a los que transforman su color espontáneamente, por ejemplo, al calentarlo. Se consideran inocuos e inofensivos y su utilización está bastante aceptada.
Por otra parte, tenemos el denominado colorante sintetico, que es el que se produce de forma artificial. La preocupación por la seguridad en el uso de los colorantes sintéticos ha hecho que hayan sido estudiados de forma exhaustiva sus efectos sobre la salud, mucho más que la mayoría de los colorantes naturales. Ello ha llevado a reducir progresivamente el número de colorante que pueden utilizarse.
En España la cantidad total de colorantes artificiales está limitada, en general, a entre 100 y 300 mg/Kg en cualquier producto alimentario sólido y a 40 mg/litro en bebidas refrescantes. Además, cada colorante tiene por sí mismo un límite que varía según la sustancia de que se trate y del alimento en el que se utilice. La tendencia actual es a limitar más aún tanto los productos utilizables como las cantidades que pueden añadir.
A continuación, os dejamos clasificados cada uno de los colorantes alimentarios que existen, para que podáis distinguir entre los que son naturales y los que son artificiales:
Colorantes naturales:
- Curcumina: De color naranja o amarillo intenso, se extrae de la raíz de la cúrcuma. Alimentos que lo contienen: mantequillas, quesos, mostaza, mermeladas, salsas, escabeches, adobos, helados, productos de pastelería, curry en polvo, té y platos preparados a base de arroz.
- Cochinilla o ácido carmínico: De color rojo carmín, se obtiene a través del pigmento de la cochinilla. Alimentos que lo contiene: bebidas alcohólicas y energéticos, confituras, golosinas, embutidos, palitos de cangrejo y sucedáneos de pescadería.
- Clorofila: De color verde, se extrae de plantas herbáceas como la ortiga o la alfalfa. Alimentos que lo contienen: chicles, helados, gelatinas, yogures, quesos, consevas vegetales, licores y pastelería.
- Carotenoides: Su color varía entre el naranja y el amarillo y se obtiene a partir de extractos vegetales (zanahorias o algas) o de síntesis artificial. El cuerpo humano transforma esta sustancia en vitamina A. Alimentos que lo contienen: bebidas, refrescos de naranja y limón, zumos, mantequillas, margarinas, quesos, mazapán, cereales infantiles comida precocinada.
- Betanina: Su color va desde el rojo hasta el morado y tiene su origen en el extracto de la remolacha. Alimento que lo contiene: refrescos, caramelos, conservas, mermeladas, gelatinas, lácteos, yogures, pastelería y chicles.
Colorantes artificiales
- Cantaxantina: Su color varía entre el amarillo el naranja. Se obtiene de forma sintética por biosíntesis de levaduras y bacterias, aunque también puede obtenerse de forma natural en champiñones y crustáceos. Alimentos que lo contienen: salchichas y también piensos para truchas, salmones y gallinas, de modo que la carne y los huevos tengan un color más intenso.
- Tartracina: Su color está entre el amarillo y el naranja y se obtiene de derivados del petróleo. Alimentos que lo contienen: pescado, marisco, bebida alcohólicos, refrescos, quesos, conservas, salsas, mostaza, snaks, galletas y golosinas. Se usa también como colorante en la paella, para sustituir al azafrán. Posibles reacciones alérgicas entre las personas que no toleren la aspirina.
- Cochinilla A: De color rojo intenso, se obtiene a partir de un derivado del petroleo. Alimentos que lo contienen: mermeladas, caramelos, yogures, salsas, sopas, embutidos y pastelería. Puede provocar intolerancia en personas alérgicas al ácido salicílico.
- Amarillo de quinoleían: Color amarillo tirando a verde. Alimentos que lo contienen: gaseosas, refrescos de naranja, bebidas alcohólicas, conservas vegetales, productos cárnicos, pescado ahumado, helados y pastelería.
- Eritrosina (colorante azoico): Su color varía entre el rojo y el violeta, pasando por el rosa. Proviene del derivado del yodo. Alimentos que lo contienen: frutas en conserva, helados y frutos secos envasados.
Como hemos visto cualquiera de los colorantes alimentarios que hemos visto, no suponen problema ninguno para la salud, por lo tanto, no debemos tener miedo al consumirlos y añadir una pequeña cantidad en nuestras comidas diarias.