Importancia de la fruta en la alimentacion
En este articulo vamos a hablar sobre la importancia de la fruta en la alimentacion y las maneras que se consume en el mundo, porque se puede tomar antes o después de comer o cenar.
La mportancia de la fruta en la alimentacion en niños y mayores.
¿Cómo consumes habitualmente la fruta, antes o después de la comida? En los países mediterráneos, la fruta se consume ante todo como postre, pero en no todas partes es así. En algunas regiones de América del Sur se toma como entrante, y en Estados Unidos y los países del norte de Europa, se consume ante todo en compotas, pasteles y dulces.
Después de una comida copiosa, la fruta siempre es bienvenida porque refresca y desengrasa. Y también en el desayuno es muy recomendable tomar una o más piezas de fruta. De hecho, en los desayunos que ofrecen los grandes hoteles del mundo nunca faltan la fruta fresca, los zumos variados y las macedonias.
La presencia de la fruta en los postres no se reduce a las piezas frescas. Los chefs y los pasteleros actuales tienden a incorporarla en muchos de los postres en forma de sorbetes, helados, pasteles, tartas, cremas y mousses. Otros postres típicos son la fruta con nata, vino o kirsch, las frutas asadas, en particular manzanas o peras, y las frutas rellenas.
Entre los pasteles más clásicos figuran el de manzana, el de cerezas y la tarta Tatin. Tomar fruta de postre es una costumbre muy sana, que resulta adecuada tanto para los bebés de pocos meses como para los adultos, ancianos y personas enfermas. No obstante, antes de consumirla, debe adoptarse alguna medida de precaución.
La principal es lavar a fondo la pieza que se ha comprado, a fin de quitarle la tierra, la suciedad y las sustancias químicas que puede tener adheridas y que proceden de la desinsectación de las plantas. En la actualidad, se venden productos específicos para este tipo de usos, pero es suficiente lavar la fruta con agua abundante.
Las frutas de piel muy fina no deben pelarse, para aprovechar su alto porcentaje de celulosa, vitaminas y fermentos naturales. Las de piel gruesa se suelen pelar después de lavarlas. Aunque en ciertos lugares es costumbre servirlas en la mesa ya peladas, si se ha de efectuar esta operación conviene observar algunas reglas.
Para comer una manzana o una pera, por ejemplo, debe sujetarse la pieza con el tenedor, y con el cuchillo cortar tanto el cabillo como las coronillas superior e inferior. A continuación se divide la fruta en cuartos, que se pelan individualmente, aunque también se pueden comer con cáscara.
La naranja se pela cortando ambas coronillas y realizando varios cortes verticales, a fin de pelarla sin romper la pulpa. Los plátanos se pelan con la mano, pero el buen gusto en la mesa demanda que se corten en trozos muy pequeños y se coman con los cubiertos. Las uvas y las cerezas se toman con los dedos.
Tras unos pequeños consejos sobre la importancia de la fruta en la alimentacion diaria, vamos a preparar una nueva receta con fruta, que en esta ocasión consistirá en un postre donde la fruta será la protagonista:
Tarta de fruta natural
Ingredientes:
- Fruta al gusto: fresas, kiwis, naranjas, melocotones, uvas, etc.
- 250 gramos de harina
- 100 gramos de mantequilla
- 3 cucharadas de agua
- 4 huevos
- 100 gramos de azúcar
- 5 dl de leche
- 1 cucharada sopera de maicena
- 3 hojas de gelatina
- sal
Elaboración para 4 personas / Duración 60 minutos / Dificultad media
Se empieza por preparar la base de masa sobre la que se dispondrán la crema y las frutas. Para ello, se vierten en un bol grande la harina, la maicena, la mantequilla, un pellizco de sal y tres cucharadas de agua. Se mezcla bien hasta conseguir una masa homogénea y suave, y se deja reposar una hora. Entonces, se extiende sobre una superficie enharinada para que adquiera el grosor deseado y luego se forra con ella un molde de tarta previamente engrasado. Se pincha el fondo y se hornea a 180 grados durante unos 25 minutos.
Mientras tanto, se separan las claras de las yemas y se baten estas con azúcar. La leche caliente se vierte sobre este preparado, mezclando bien. Se lleva al fuego y, sin dejar de remover, se deja espesar. Luego se retira del fuego y se reserva. A continuación, se lavan las frutas, se pelan y se cortan en gajos o en rodajas. Esta operación debe llevarse a cabo sobre un recipiente que permita conservar el jugo que suelten. Este zumo se calienta ligeramente y se derrite en él la gelatina, que previamente se habrá remojado en agua fría.
Se saca la masa del horno, se desmolda, se coloca sobre la fuente donde se vaya a servir y se rellena con la crema. Encima se colocan artísticamente las frutas que, por terminar, se pintan con la gelatina. Una vez acabada esta operación, la tarta se guarda en el frigorífico hasta el momento de servir.